La seguridad para el humano que ofrece el uso de aviones no tripulados en algunas tareas,  es motivo más que suficiente para pensar en la incorporación de estos elementos en la rutina de trabajo.

Últimamente, se están escuchando innumerables noticias sobre el uso de drones en la entrega de paquetería,  pero las restricciones a la hora de realizar vuelos sobre el espacio urbano por seguridad,  hace que a día de hoy esto sea todavía una lejana realidad.

La legislación vigente,  sí hace posible realizar otro tipo de trabajos fuera de áreas pobladas como la revisión de instalaciones de gas, campos de aerogeneradores… en estas cuestiones,  el uso de RPAS sí puede sustituir el uso de aviones y evita poner en riesgo la vida de personas que hasta la fecha deben realizar tareas de este tipo exponiendo sus vidas.

Citando las palabras de James Harrison,  fundador de Sky-Futures,  “un rpa vuela equipado con dispositivos que pueden capturar infinidad de detalles y datos que los humanos no pueden recoger,  desde ángulos y lugares imposibles para el ojo humano”.

Asimismo,  Roei Ganzarski, presidente ejecutivo de Bold IQ,  opina que “los RPAS pueden realizar con facilidad ese tipo de tareas que tienen lugar en zonas remotas y donde el trabajo es tedioso,  lento y propenso a errores humanos

Adentrándonos en el campo de la seguridad,  donde ACG Drone es especialista,  los RPAS pueden ayudar a reducir riesgo humano en la ayuda contra la extinción de incendios,  particularmente en aquellas zonas propensas a brotes como en el caso de España podrían ser Galicia o lugares de montaña como los Pirineos, donde hay multitud de zonas de difícil acceso y no siempre el mantenimiento o cuidado adecuados. Con la ayuda de drones sería posible por ejemplo informar con rapidez a los equipos de extinción en qué direcciones está avanzando el fuego.  Debemos tener en cuenta que un avión no puede volar en medio de un incendio a causa del humo,  algo que sí puede hacer un dron.  De esta forma,  es más sencillo obtener información en tiempo real y así poder decidir las áreas de avance para la extinción y donde ir o no para evitar riesgos.

El campo de la agricultura es otro de los sectores donde el uso de drones es más que beneficioso.  Mediante vuelos de RPAS,  se pueden obtener imágenes que nos permiten revisar el ritmo de crecimiento de los cultivos,  incluso con mayor precisión que los datos que nos proporcionan a día de hoy los satélites, y es posible la distribución de pesticidas y fertilizantes sin necesidad de utilizar un avión evitando así el consiguiente riesgo humano.

La captura de imágenes que puede realizar un dron,  difiere para mejor de la que hoy pueden realizar otros vehículos como helicópteros, avionetas o vehículos de ruedas.  La gran diferencia es que “un RPA no está limitado a seguir un camino concreto,  si no que puede volar en cualquier dirección y a cualquier altura”,  tal como nos dice el Sr. Ganzarski.

En todos los sectores que hemos mencionado,  el uso de drones incrementa la calidad de los datos obtenidos a la hora de hacer revisiones,  incrementa la seguridad dado que evita la exposición de humanos en tareas de riesgo evidente y proporciona un ahorro económico cuya cuantía en muchos casos es más que considerable.

Sólo falta que el marco de la normativa sea revisado de manera definitiva,  atendiendo a todos los aspectos en los que la incorporación de aviones no tripulados cómo vehículo de trabajo,  ofrece ventajas demostradas.

 

Fuente:  Financial Times