Vigilancia, mapeado de interiores, localización de presuntos criminales… los drones se están convirtiendo en una valiosa herramienta que refuerza nuestra seguridad
Poco a poco los drones se están convirtiendo en una herramienta esencial para diversos organismos encargados de aplicar la ley. Están cambiando la forma en que se llevan a cabo las tareas cotidianas. Sus características hacen posible la vigilancia aérea a los departamentos con presupuestos limitados.
Son capaces de localizar sospechosos (como el que veis escondido en la fotografía), patrullar playas para vigilar el acercamiento de tiburones, buscar supervivientes en zonas arrasadas por huracanes…
Pero hay obstáculos que superar para que los drones mejoren definitivamente la manera de trabajar de las patrullas de vigilancia. Las limitaciones no solo se deben a su pequeño tamaño y duración de la batería; el principal escollo son las grandes restricciones que marca la ley actual.
Su coste y su tamaño, dos ventajas importantes
En Estados Unidos, el número de policías, alguaciles, bomberos y agencias de emergencia con drones se duplicó en 2016. Casi 350 departamentos los han incorporado a su equipamiento. Aproximadamente la mitad correspondía a poblaciones con menos de 50.000 personas. La posibilidad de conseguir un dron con cámara infrarroja a un precio asequible, ha influido enormemente en esto, máxime si lo comparamos con el precio de un helicóptero. También que su tamaño sea reducido y fácilmente transportable en sus vehículos, es un punto a favor.
Los aviones no tripulados permiten realizar tareas hasta ahora imposibles de llevar a cabo con los tradicionales helicópteros. Desde trabajar en la vigilancia de incendios, hasta medir los deslizamientos en accidentes automovilísticos. No obstante, se tiene claro que un rpa no sustituye al 100% a los métodos de vuelo tradicionales porque, por ejemplo, no pueden transportar a los agentes de policia o personal de emergencias. Tampoco son utilizables para perseguir sospechosos debido a la imposibilidad de perder el dron de vista según marca la ley. Claro que, hay quien echa mano de la imaginación: en el condado de York, las autoridades utilizaron una escalera de bomberos para poder ver el dron en una búsqueda de maleantes que se escondieron en un bosque próximo a una zona comercial. Imaginativo, sin duda. Son ideales para tareas de vigilancia cortas, pero no para grandes rastreos…todavía.
La privacidad, una de las preocupaciones a resolver.
Alrededor de un tercio de los estados que componen USA requiere que la policía obtenga una orden de arresto antes de usar drones en una investigación criminal. Otros como Massachusetts, están considerando si hacer lo mismo. En Los Ángeles, la policía describió a principios de octubre las directrices que limitan cuándo puede volar un dron, en un intento de apaciguar a aquellos que temen que los oficiales espíen a los residentes.
Combatir el terrorismo, otra tarea en la que los drones pueden ayudar
En lugares como Singapur tienen claro que las posibilidades de mapeo que ofrecen los drones, pueden ayudar a acabar con el terrorismo. Están desarrollando tecnología y haciendo simulaciones para búsquedas en interiores sin que el dron dependa de un GPS. En una de esas simulaciones, representaban terroristas atacando la ciudad: las fuerzas especiales arrinconaban a los terroristas en un almacén, pero era peligroso entrar. No hay problema. Las fuerzas lanzan 10 drones que hacen un mapeo meticuloso del almacén. En el mapa se reflejan entradas, salidas, objetos, obstáculos, amigos… y enemigos. Diseñados para operaciones antiterroristas, los drones utilizan cámaras y tecnología de mapeo de infrarrojos para crear un diseño 3D. Lo hacen en tiempo real y en un territorio interior desconocido. Las cámaras proporcionan el color. Los infraproyectores proporcionan detalles como medidas precisas del tamaño de un obstáculo o el ancho de un pasillo.
La velocidad en el mapeo es un factor fundamental
En otra de las simulaciones dos aviones no tripulados mapearon una biblioteca del tamaño de un piso de cinco habitaciones. Sólo tardaron cuatro minutos, aunque aseguran que se hizo a baja velocidad y podría hacerse en la mitad de tiempo.
El mapa 3D arrojó detalles incluso del color de los cojines en la biblioteca y reveló un callejón escondido en la parte posterior.
Pero muchos de vosotros estaréis pensando: un terrorista evidentemente va armado y puede derribar el dron. Muy bien, si eso ocurre, es la prueba de que en el interior a rastrear, hay fuerzas hostiles. ¿No será más prudente entonces enviar una máquina en lugar de una persona? Yo diría que si.
Todavía quedan pasos por dar en este tipo de desarrollos. Conseguir mantener un dron en el aire durante más tiempo, mejorar los sistemas de seguridad que permitirán a los drones volar más allá de la vista del operador… pero parece claro que esta será una importante herramienta a incorporar en la tarea de proporcionarnos mayor seguridad.