Los drones han llegado para quedarse, y no estamos hablando únicamente de su aspecto lúdico. En el sector de la arquitectura son una herramienta de gran ayuda
Como herramienta aplicada a diversos sectores profesionales, entre ellos la arquitectura, son muchas las actividades en las que pueden participar. Mejoran los procesos convencionales utilizados hasta la fecha y arrojan resultados de mayor calidad. Además, llevan a cabo de manera sencilla tareas que pueden presentar riesgo para los técnicos encargados de realizarlas. En relación con el mundo de la arquitectura, son muy diversas las aplicaciones y muy interesantes los resultados. Desde la inspección de terrenos previos a la construcción, marcaje de lindes, seguimiento de obras… hasta la inspección de edificios tanto en cuestiones estructurales, como de eficiencia energética.
INSPECCIÓN DE EDIFICIOS
Ahora es más sencillo que nunca llevar a cabo una exhaustiva inspección de la estructura de un edificio. Localizar fallos estructurales, hacer el seguimiento durante su construcción, comprobar acabados en la fase final, realizar mantenimientos preventivos… todo ello es posible sin importar la altura y forma del edificio. Con ellos se ahorra tiempo, se elimina la necesidad de instalar andamiaje y evitan exponer a ningún operario al riesgo. Utilizar drones equipados con sensores RGB capaces de grabar en 4K, posibilita tomar imágenes de una estructura rápida y eficazmente. De esta manera queda revisado hasta el punto más recóndito. Pero, además, al tratarse de una grabación de vídeo, es posible visualizar el material tantas veces como sea necesario y al máximo nivel de detalle. Este método es muy eficiente por ejemplo a la hora de abordar y planificar una rehabilitación.
Utilizar imágenes de dron para realizar mapeados 3D, ortomosaicos y ortofotografías, facilita y agiliza la labor del técnico.
EFICIENCIA ENERGÉTICA – TERMOGRAFÍA AÉREA Y TERRESTRE
La realización de inspecciones termográficas es vital en muchos sectores debido a la cantidad de información que puede aportar.
La termografía aérea aporta datos de zonas donde un equipo terrestre tiene dificultades para llegar. Lugares recónditos, zonas de grandes edificios a las que sería imposible acceder sin el montaje de estructuras de andamios…
Con este sistema, obtenemos imágenes desde ángulos imposibles de afrontar de forma manual. La posición de la cámara frente al objeto a analizar influye directamente en una buena toma de datos. Haciéndolo de la manera correcta, se eliminan posibles fuentes de radiación externas que podrían influir en los datos recogidos y, por tanto, en los resultados que se obtienen. Su aplicación por ejemplo en edificios de gran altura, en cubiertas de naves industriales… es de incontestable utilidad.
Desde el punto de vista energético, la inspección de cubiertas y envolventes se hace necesaria por tratarse de dos de los puntos de un edificio de más relevancia en ese aspecto. Utilizar drones, facilita enormemente la labor en casos de esta índole. Igualmente es aplicable en la revisión de conductos, redes de distribución de calor y frío para comprobar su nivel de aislamiento, placas o losas sueltas en los edificios y localizar posibles pérdidas energéticas, fugas de agua…
Para conseguir resultados de calidad, es imprescindible utilizar el dron y los sensores más adecuados según el tipo de trabajo
Para llevar a cabo una buena inspección de termografía aérea, es fundamental utilizar el dron más adecuado. Es necesario tener en cuenta tanto la autonomía como el tipo de sensores. Lo ideal es que esté equipado con estabilizadores y, sobre todo, con sensores termográficos de gran definición y el menor peso posible con el fin de ganar tiempo de vuelo. Los sensores empleados en termografía aérea deben ser ligeros, robustos y con detector radiométrico. También debe contar con lentes intercambiables y que las imágenes, tanto fotográficas como de vídeo, puedan ser procesadas por un software intuitivo.
Para manejar el equipo de manera correcta, es necesario contar con formación específica, ya que ello influirá directamente en la manera de tomar los datos y el posterior análisis de los mismos, sobre todo a la hora de realizar inspecciones termográficas cuantitativas, ya que en ellas es necesario ir corrigiendo los parámetros temperatura reflejada del objeto y emisividad, para garantizar una correcta toma de datos.
Por supuesto, hay que tener en cuenta que para volar en entornos urbanos de forma legal. Es necesario solicitar permisos especiales y capacitaciones específicas a los organismos competentes.
En conclusión, el uso de drones en este tipo de trabajos equivale a un ahorro tanto en tiempo de trabajo como en costes, y en seguridad de los operarios. Garantizan información completa y de calidad, máxime cuando se trata de edificios de gran tamaño y arquitectura de formas complejas.