Son muchos los avances que a lo largo de los años se han ido aplicando a la agricultura tradicional con fines muy diversos. La mejora tanto de la producción como de la calidad del producto, son dos de los objetivos más relevantes a conseguir.
Hoy en día, la tecnología nos permite avanzar en esa dirección y ya es posible optimizar muchas de las fases que intervienen en un cultivo para mejorar el rendimiento del mismo. Los drones o RPAS, son algunas de esas herramientas que nos ayudan a conseguirlo de manera ágil y muy precisa.
La supervisión de cultivos utilizando RPAS se puede realizar en todo tipo de plantaciones, si bien es cierto que es necesario personalizar los elementos a utilizar y la forma de estudiar los parámetros obtenidos dependiendo de la plantación que se quiera analizar. No es lo mismo un cultivo de uva, que un cultivo de trigo. Estos productos son diferentes, con comportamientos distintos durante su crecimiento y con necesidades distintas en lo que a tipo de tierra, riego y cuidados se refiere. Por ello, los resultados que arroja una supervisión realizada con una cámara NDVI o una cámara multiespectral, requieren de un análisis por parte de profesionales especializados.
El uso de drones facilita, agiliza y permite hacer con total exactitud esta tarea. Tomar imágenes espaciadas en el tiempo ayuda a controlar la velocidad de crecimiento y supervisar que está siendo correcto.
Supervisión del nivel nutricional de las plantas ayudados de una cámara NDVI, indicada para agricultura. Esta tarea se lleva a cabo de manera rápida y sin que la planta sufra daño alguno.
Con cámara térmica es posible detectar si existen zonas que por su situación, su composición… pueden necesitar mayor o menor cantidad de agua. También es posible detectar signos de estrés hídrico en arbolado.
Para detectar con facilidad si la plantación ha sido afectada por alguna enfermedad y si es necesaria la aplicación de fertilizadores o tratamientos sanitarios en todo el cultivo o sólo en una parte.
La detección temprana evita que estas se acopien de los nutrientes que un cultivo necesita para crecer con el vigor correcto y por lo tanto protegiendo la calidad de la futura producción.
Con el control aéreo se detectan rápidamente en grandes extensiones zonas que presentan un aspecto decaído o un crecimiento menor, posible indicio de que puede estar afectado por algún tipo de plaga.
Mediante el análisis de imágenes multiespectrales y RGB obtenidas a partir de RPAS y satélite, se puede identificar con enorme fiabilidad zonas que no han sufrido daño o que lo han sufrido al 100%.
La recopilación y estudio de datos a lo largo del tiempo contribuye a mejorar la productividad y establecer el potencial productivo. En especies silvestres podemos concretar su estado sanitario, lo que puede avisar sobre la incidencia del cambio climático.
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