Comprobar el nivel de sufrimiento del viñedo cuando termina la temporada de vendimia en Cariñena, es uno de los puntos a determinar con estos vuelos.
Cariñena es una localidad aragonesa situada en la provincia de Zaragoza, concretamente en la zona central del valle medio del Ebro.
La cultura del vino está profundamente arraigada en esta población. No en vano, es el corazón de la región vitivinícola cuya denominación de origen lleva su nombre. Grandes extensiones de viñedos dibujan su hermoso paisaje, un regalo para los ojos de quienes tienen la suerte de vivir allí o al menos de visitar esta zona.
El pasado miércoles 24, ACG Drone en colaboración con la empresa REMOT, realizó el primero de los vuelos programados para ayudar en el cuidado de estos viñedos. Era jornada de trabajo, pero fue tan sumamente agradable que poco importó el inexorable calor que cayó sobre nosotros.
Como siempre nos gusta hacer, antes de realizar el vuelo explicamos a los responsables del viñedo cuales eran las herramientas que íbamos a utilizar, de qué manera se había proyectado el vuelo, y cuales serían los datos a obtener para sacar posteriores conclusiones. Todo fue sobre ruedas.
Para combatir el calor y estando en el lugar en el que estábamos, nada mejor que visitar una de las bodegas que producen los caldos tan apreciados de esta zona. Concretamente fuimos invitados a conocer la bodega «Cariñena Vitícola».
Queremos agradecer a su 
bodeguero, Alfonso Gimeno, que fuese tan amable al explicarnos con todo lujo de detalles el proceso que transcurre desde que la uva entra en la bodega tras la vendimia, pasando por la fermentación y tiempos de reposo posteriores, hasta que se convierte en uno de esos vinos maravillosos que se producen en esta zona de Aragón.
Era curioso ver como a día de hoy la bodega está tranquila, silenciosa, a la espera de que en tan sólo unos días esa paz se transforme en el bullicio que marca el comienzo de la vendimia. A principios de Septiembre, la bodega será un constante ir y venir de camiones descargando uva, las cubas que ahora están vacías comenzarán a llenarse iniciando el proceso de fermentación. El tiempo, la dedicación y el mimo de todos los profesionales que intervienen en la creación de estos vinos, se encargarán de hacer el resto.
Somos afortunados…tenemos que volver a seguir con el trabajo 😉
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