El crecimiento de la energía solar en España ha sido imparable en los últimos años, y con ello crece la relevancia de utilizar tecnologías avanzadas para optimizar tanto la instalación como el mantenimiento de las plantas fotovoltaicas. Los drones se han convertido en una pieza clave para ingenierías, empresas de mantenimiento y desarrolladores, gracias a su capacidad para capturar datos con rapidez y gran precisión.
Inspección del terreno y análisis previo a la instalación y seguimiento durante la construcción e instalación
Antes de instalar una planta solar, es fundamental conocer el terreno con detalle. Los drones facilitan levantamientos topográficos de alta resolución, ortofotos y análisis de sombreados que ayudan a diseñar la disposición óptima de los paneles. Esto reduce errores en la fase de proyecto, acelera los plazos de construcción y minimiza costes imprevistos.
Durante la construcción, los drones permiten monitorizar cada paso del proceso: desde el montaje de estructuras hasta la colocación de módulos. Generan modelos 3D y nubes de puntos que permiten comparar el avance real frente al planificado, detectar desviaciones y garantizar que todo se ejecuta según los requisitos de calidad.
Mantenimiento predictivo con cámaras térmicas, inspección y documentación sistemática
Una de las funciones más valiosas de los drones llega cuando la planta está operativa. Equipados con cámaras termográficas, estos aparatos son capaces de detectar «puntos calientes» (hot spots), fallos en diodos o conexiones, suciedad o módulos defectuosos. Gracias a esa detección temprana, se puede aplicar un mantenimiento predictivo, optimizando la producción eléctrica y evitando reparaciones costosas o interrupciones innecesarias.
En grandes infraestructuras fotovoltaicas, recorrer manualmente la instalación para hacer inspecciones regulares puede llevar mucho tiempo. Los drones permiten cubrir grandes superficies en pocas horas, documentando el estado con fotos y vídeos georreferenciados. Esta documentación es útil para auditorías, informes técnicos y para trazar la evolución de la planta a lo largo del tiempo.
Datos reales del boom solar en España
El uso de drones se está acelerando justo cuando el sector fotovoltaico en España vive un momento histórico. Según datos recientes:
- En 2024, España añadió 6,46 GW de nueva capacidad solar fotovoltaica. Según Red Eléctrica, la potencia fotovoltaica instalada supera los 32 GW.
- Datos de UNEF indican que durante 2024 se aprobaron proyectos fotovoltaicos por un total de 7,2 GW.
Este crecimiento masivo en capacidad genera una necesidad aún mayor de inspección eficiente y fiable, y los drones son la respuesta perfecta para ello.
El uso de drones en estos contextos aporta ventajas muy tangibles:
- Seguridad: evita exposición de técnicos a instalaciones elevadas o peligrosas.
- Ahorro de tiempo: cubre grandes superficies en pocas horas.
- Precisión: los sensores permiten detectar anomalías que otros métodos podrían pasar por alto.
- Coste operativo reducido: menos costes de personal, menos interrupciones para reparación, menos infraestructura adicional.
Hacia una operación inteligente y conectada
La integración de los datos recogidos por drones con sistemas GIS, BIM o plataformas de gestión energética permite un mantenimiento más inteligente. Con esos modelos digitales, se pueden generar alertas tempranas, planificar intervenciones y prever el deterioro, lo que impulsa la transición hacia un modelo operativo más predictivo y eficiente.