Las imágenes de satélite para prospección de cultivos son de gran utilidad pero, ¿son las mejores?
Son muchas las personas que se plantean la disyuntiva de si utilizar imágenes de satélite para realizar una prospección de su cultivo, o bien recoger esas instantáneas con la ayuda de un dron provisto de una cámara multiespectral.
En nuestra opinión, la respuesta no puede decantarse con rotundidad hacia una opción u otra. Ambas ofrecen ventajas e inconvenientes. Ambas aportan prestaciones que la otra no puede proporcionar. Trabajar con ambas opciones es lo ideal desde nuestro punto de vista.
SATÉLITES
En la actualidad, son varios los satélites que nos permiten obtener imágenes. Por mencionar algunos podríamos citar:
- Quickbird, que proporciona imágenes de 2,4 metros/pixel
- Landsat, cuyas imágenes tienen una resolución de 30 metros/pixel
- Modis, 250 metros/pixel
- Sentinel, el más reciente y que proporciona imágenes de 10 metros/pixel
En el caso de los satélites Landsant y Sentinel el tiempo de retorno al mismo punto es de 5 días, pero la visibilidad de imágenes depende de que no haya nubes. Este es uno de los inconvenientes de esta tecnología. El hecho de depender de la meteorología, nos impide asegurar que obtendremos imágenes en una fecha concreta. En cuestiones de agricultura de precisión, las fechas son importantes. La recogida de imágenes en momentos muy concretos de un cultivo es fundamental. También lo es la hora a la que esas imágenes son tomadas, algo que un satélite tampoco nos puede asegurar.
En cuanto a la calidad de imágenes, las resoluciones que nos ofrecen pueden ser de suficiente calidad para según que cultivos, pero no para todos. Por otro lado, las imágenes de satélite tienen mejor calidad radiométrica, pero peor resolución espacial que la de una cámara multiespectral. Aunque es algo que no siempre se menciona, también es necesario corregir las imágenes de satelite por la cantidad de «gránulo» que contienen.
A cambio, las imágenes de satélite son muy valiosas porque nos permiten hacer un registro histórico de nuestro cultivo. Recopilarlas es importante porque nos permitirá recoger gran cantidad de datos de manera gratuita para hacer futuras comparaciones.
DRONES Y CÁMARAS MULTIESPECTRALES
No nos cansamos de alabar la calidad de las imágenes que un dron puede recoger. Con la cámara multiespectral adecuada, se pueden conseguir imágenes de hasta 2/3 cm/pixel. Esta resolución, hace que prácticamente nada se escape a nuestros ojos. Eso, en cuestión de agricultura es impagable.
Frente al satélite, las ventajas que nos ofrece la recogida de imágenes con un dron son:
- Vuelos en fechas exactas. La fecha más adecuada según el momento fenológico del cultivo.
- No importa que haya nubes. El dron vuela por debajo de ellas. Sólo la lluvia o un aire excesivo hacen impracticable un vuelo.
- Los vuelos se llevan a cabo en la franja horaria ideal (entre las 12:00 y las 16:00 horas)
Frente al satélite la principal desventaja de un dron es que hace necesario un desembolso económico. No obstante, podemos asegurar que no se trata de una cuantía elevada, y mucho menos si lo comparamos con las ventajas que podemos obtener. Detectar con rapidez el ataque de una plaga, un episodio de estrés hídrico… es fundamental.
Si además, tal como proponemos, se utilizan ambas tecnologías, podremos reducir el número de vuelos a momentos muy puntuales e importantes del cultivo.
Como muchos de vosotros sabéis, nosotros utilizamos drones multirrotor y de ala fija, acompañados de la cámara Sequoia de Parrot. Hasta la fecha los resultados obtenidos han sido estupendos.
Siempre resaltamos la importancia de que las imágenes sean supervisadas por un ingeniero agrónomo, un ingeniero técnico agrícola o un especialista en teledetección. Ellos son los profesionales que mejor rendimiento pueden sacar a las imágenes multiespectrales.